No podemos nombrar lo que no existe,
pero tampoco existe aquello que no nombramos.
Es en ése inexacto territorio donde se debate
el tortuoso nacimiento de las cosas.
Aquí nace una verdad inexistente
tan incomprensible como todo lo que nace:
El intento
El intento de las cosas nuevas que aún no pueden nombrarse
la tortuosa exploración del infinito universo de los posibles,
la riesgosa experimentación de la experiencia,
las nuevas palabras que la describen,
la sensación de que todo se expande.
En definitiva, la deliciosa exploración del infinito universo de los posibles.