Sosteniendo el pequeño espejo con una mano y con el pañuelo de papel, manchado de polvo trigueño, todavía apretado en la otra, levantó su mirada hacia mí y con esa ligereza propia de los irreflexivos actos cotidianos se permitió decir: «esto es lo que menos me gusta de ser mujer». Como quien se queja deSigue leyendo «¿Ser mujer?»
Archivo del autor: lavendaval
Productividad?
Tanto afán de llegar a tiempo, tanto negarnos el placer de perdernos, de ver otro paisaje, tanto dejar pasar el tren equivocado. Tanta urgencia por abolir la sorpresa, por saber cuántos clientes atiendo en un día, cuántos cables remiendo en un día, cuántas gráficas pinto en un día, cuántos días me dura la vida. InclusoSigue leyendo «Productividad?»
¿Tonta?
Tengo para la ternura un chillido, para el miedo, la sorpresa y el dolor un chillido. Un trotadito torpe para cruzar la calle y la muñeca dislocada para abrir frascos, tender puentes y poner clavos. Un cajón lleno de crayolas rosa para pintarle corazones a todo lo que quiero decir, no vaya a ser queSigue leyendo «¿Tonta?»
¿A destiempo?
Si el que espera, espera contando rayitas en el reloj como las que pinta un preso sin sol, contando cada segundo como un cheque de a centavo que se cobra o se pierde. Si el que tarda, tarda por un insomnio de risa o de llanto, si se le pasó el bus por quedarse mirando, si se vio demasiado al espejo,Sigue leyendo «¿A destiempo?»