Dale despacio, pero dale, vida. Que a esta cobardía ya no se le olvida lo turbulenta que puede ser la felicidad. Dale despacio, pero dale. No me avises la hora de entrada ni de salida, que a veces si adivino que viene la dicha, es posible que quiera sin remedio, escapar. Dale sin anuncios, noSigue leyendo «Conjuro»
Archivo de categoría: Permítame dudar
Mía
A esta rabia que me hierve en el cuerpo no te daré el lujo de llamarla por tu nombre. No mancharé con las letras sucias de tu recuerdo este fervor que me estalla adentro, esta fuerza, este ímpetu nuevo, estas rabiosas ganas de ser quien soy. Este dolor que me rompe, estas lágrimas queSigue leyendo «Mía»
Inmaterial
Desde que la gente es gente, se sabe que cada quien es de un material diferente. Confuso, quebradizo, volátil, voluble, inflamable, soluble, maleable. Cambiante. La hay que de lejos parece deslumbrante plata pero vista de cerca descubre que lo que brillaba no era otra cosa que agua, en el momento justo en que el solSigue leyendo «Inmaterial»
Superstición I
Volví a prender la luz para escribir este poema, con su superstición de mensaje en la botella de avioncito de papel. Hay una mujer dentro de mí que apaga las luces que cierra las puertas que llama al orden desde adentro que elige el silencio. Pero también hay otro ser otro que ni siquiera esSigue leyendo «Superstición I»
Reloj de arena
Soy mujer y soy problema soy el fuego que sana y quema el agua que lava y turba que arrastra piedras y arena que descubre, destruye y crea. Soy mujer y soy tormenta la nube gris y el trueno la luz y la oscuridad del relampagueo el charco y el verde del suelo. Soy estoSigue leyendo «Reloj de arena»
El intento
No podemos nombrar lo que no existe, pero tampoco existe aquello que no nombramos. Es en ése inexacto territorio donde se debate el tortuoso nacimiento de las cosas. Aquí nace una verdad inexistente tan incomprensible como todo lo que nace: El intento El intento de las cosas nuevas que aún no pueden nombrarseSigue leyendo «El intento»
Soledad
No es soledad la ausencia, sino la carencia de nuevos relatos que nos llenen de indignación, que nos emborrachen de revolución, de enojo, de ebullición, de salgamos a la calle, de dejar que nos atropelle la realidad, de atropellarla a también a ella. No es soledad el silencio, sino la falta de música nueva cargada deSigue leyendo «Soledad»
Efímero
Ese poema que habla de vos podría leerlo todo el tiempo. Podría comer de él del amanecer hasta el amanecer. Podría restregármelo por el cuerpo hasta tener una costra de sangre y tinta negra en la piel, pero ni aún entonces sería eterno. Ese poema que sos vos me hace también poesía. Me hace un poco guerrera ySigue leyendo «Efímero»