El Transmilenio atestado se abre paso por la Caracas, esa calle de abandonada humanidad que desde siempre me enseñaron a temer. En la estación de la Calle 19 los pasajeros que entran me empujan hacia adelante con sus cuerpos, creando esa cercanía que ya es más habitual en los buses rojos que en la mayoría de relacionesSigue leyendo «¿Delincuentes?»
Archivo de categoría: Permítame dudar
¿Quieres tobogarte?
«Para poder tobogarse hay que subirse a la escalera del tobogán, por eso es que los toboganes necesitan escalera», va diciendo Isabella mientras dibuja una temblorosa línea en una servilleta que le sirve de escalera a un tobogán, tan tembloroso que de lanzarse uno, bajaría dando rítmicos saltitos hasta llegar al suelo con los dientes rotos. No haceSigue leyendo «¿Quieres tobogarte?»
¿Por qué no vamos despacio?
Como un tren de vapor que arrastra por el campo su pesada respiración, como un traqueteo que deja su mancha de nubes en el cielo azul. Igual que el tiempo suspendido en el aire frío de la montaña, que la mujer que teje mirando a la nada, mientras la cascada de hilos de colores queSigue leyendo «¿Por qué no vamos despacio?»
¿Cuándo se termina de aprender?
Claro que te parece feo lo que te enseñaron a no mostrar, a no ver, lo que ves por primera vez, lo que no tienes códigos para entender. Una raya en la pared, la pared sin revoque, una casa sin pared. Una piel de otro color, una piel sin ropa, una piel con mucha ropa,Sigue leyendo «¿Cuándo se termina de aprender?»
¿Quiénes somos inmigrantes?
Cuando doña Bertha, madre aún primeriza, acudió al consultorio de su médico de cabecera con su hija en brazos, éste la levantó y tras observarla sentenció «disculpe señora, pero yo no atiendo muertos». La niña, con apenas pocos días de nacida, vomitaba todo cuanto comía y su escuálido cuerpo se aferraba débilmente a la vida.Sigue leyendo «¿Quiénes somos inmigrantes?»
¿Hay palabras que no existen?
Las alverjas sólo existen en boca de los campesinos que las siembran. Eso sí, en el diccionario, junto a la foto gris de una pepa que ni siquiera se adivina verde, existen las arvejas. Las alverjas no existen, así como no existen los campesinos que las nombran. Como no existen las gentes de esos países dondeSigue leyendo «¿Hay palabras que no existen?»
¿Rutina?
Entre todas las bellezas diversas que aspiro a entender, no entiendo la belleza que presumen los propietarios de la rutina. ¿Qué sentido tiene la medianoche si no la puede uno ver? Si se pierde uno ese olor a focos amarillos, a lluvia evaporada, a humedad, a sereno ¿será? ¿Qué sentido tiene la vida que noSigue leyendo «¿Rutina?»
¿Libre albedrío?
Llueve en los ríos salvajes y ellos no saben, que con sólo elegir su cauce, experimentan ya la libertad. Arrastran piedras y arena con la violencia de la creciente y tienen también, sin embargo, la potencia de crear. Pero hay otros ríos presos en los canales de concreto que atraviesan la ciudad. Seres vivos deSigue leyendo «¿Libre albedrío?»